La soldadura MIG de aluminio produce un montón de humos de soldadura. Leon Verbugt usa unas 4,5 toneladas de cable de soldadura al año. Debido al gran tamaño de las piezas de trabajo y la distancia relativamente grande entre las soldaduras, no se podía efectuar una aspiración en el origen. Un casco de soldador con sobrepresión debería ser suficiente protección para el soldador, pero los humos de soldadura seguirían contaminando y acumulándose en todo el taller.
La ventilación no dio resultados satisfactorios; causó corrientes de aire y una pérdida considerable de calor en época invernal. Leon Verbugt intentó encontrar una solución construyendo una campana móvil sobre la pieza de trabajo, pero no era una solución adecuada. No se podía instalar un sistema push-pull como sistema general de filtración porque sueldan a menudo vehículos y estructuras altos, lo que podría perturbar la corriente laminar.