La manguera de caída individual (FE) es una solución simple y económica cuando tenga que aspirar gases de escape y cubrir más de una dársena de servicio al usar un sistema de aspiración centralizado. Recomendamos esta aplicación para talleres pequeños con un espacio disponible limitado.
El sistema preferido para una dársena de equipamiento marcha atrás individual.
La manguera HT para estaciones de bomberos y de servicios de emergencias puede soportar de forma continua temperaturas de gases de escape de hasta 482°C (900°F) en un sistema diseñado correctamente.
-Disponible solo en Norteamérica-
El Magnetic Grabber® es un dispositivo de eliminación de gases de escape de vehículos que permite un acoplamiento y desacoplamiento muy rápido, sencillo y controlado a un sistema de escape de vehículos.
Al haberse diseñado para su funcionalidad y su eficiencia, este producto garantiza un manejo seguro del sistema de eliminación de gases de escape de vehículos.
Las series 200 y 300 del equilibrador se han diseñado dando prioridad a la seguridad. Elevan la manguera de un sistema de aspiración de gases de vehículos y la mantienen en su sitio encima del suelo del taller, minimizando así el riesgo de daños a la manguera, ya que los vehículos no pueden pasar por encima.
El brazo (FEB) está diseñado para cubrir una amplia zona con un sistema simple de manguera de caída. El FEB se puede acoplar a un sistema de ventilador central o conectar a un ventilador montado directamente, dependiendo de la situación del taller.
El recorrido del equilibrador deslizante (SBT) ha fijado la norma para la aspiración de gases de escape de vehículos de bomberos y emergencia en todo el mundo. SBT es el sistema de rieles preferido para aplicaciones de entrada marcha atrás.
El sistema de riel recto (STR) es el sistema preferido para dársenas de equipamiento de paso.
Los ventiladores de la serie FUA se han diseñado para sistemas de gases de escape de vehículos y prevención de incendios. 0,37-2,2 kW (0,5-3,0 CV)
Emergencias puede soportar de forma continua temperaturas de gases de escape de hasta 204°C (400°F) en un sistema diseñado correctamente.
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